viernes, 15 de julio de 2011

Vitaminas en tabletas no sustituyen alimentos naturales

  Las vitaminas ayudan a convertir los alimentos en energía o tejidos orgánicos y regulan el funcionamiento de los procesos del cuerpo humano. Sirven para mantener la salud de la piel, del corazón y otros órganos; protegen de enfermedades como el cáncer, procuran el buen funcionamiento del sistema nervioso y de la vista, entre otros beneficios.

     Sin embargo, por diversas razones, se ha generado la necesidad de su uso como un suplemento que puede resolver cualquier problema de salud, desde engordar a los flacos hasta aliviar el estrés. "La gente piensa que las vitaminas reemplazan a la nutrición apropiada y es un error. Someten (al cuerpo) a las condiciones más críticas, y (luego) creen que un golpe de vitaminas soluciona todo", dice el doctor William Barriga, ex Gerente del Proyecto de Medicamentos del Ministerio de Salud Pública.

     Pero eso no es así. Y, de hecho, no se necesitan vitaminas aparte de las que ya se encuentran en los alimentos. Solamente en cierto casos médicos de deficiencia o riesgo es necesario usarlas. Por ejemplo, en enfermedades como el alcoholismo crónico, la anemia perniciosa o problemas en el sistema inmunitario. También pueden necesitarlas las madres embarazadas o lactantes y los ancianos, para que les ayuden a regular sus procesos vitales.
Entonces, si no se necesitan más vitaminas que las que contienen los alimentos, ¿por qué los consumidores gastan tanto dinero en ellas?

Dosis de Distorsión:


     Todo comenzó cuando un científico, Linnus Pauling, dijo que gran parte de su rendimiento se debía a que él consumía diariamente un gramo de vitamina C. A partir de esa experiencia, casas farmacéuticas comenzaron a promocionar el famoso "1 gramo", aunque lo necesario, de vitamina C fueran apenas 50mg. Actualmente, en el mercado la que menos tiene es 500 mg. y la que más se consume tiene 1g. "No importa, la eliminará por la orina", habrán dicho los fabricantes. Pero no es tan fácil. Depende del organismo para que esos excesos se eliminen fácilmente o se queden y afecten de alguna manera.

     Pero, ¿las vitaminas realmente ayudan a mejorar el rendimiento en personas sanas? Según el doctor Carlos Samayoa, es posible "que algunas vitaminas tengan estimulantes. O puede ser influencia psicológica. Si toma un multivitamínico y le recomiendan hacer ejercicio, lo que le hace bien es el ejercicio." Samayoa afirma que no hay vitaminas que alivien el estrés y sostiene que no hay información científica al respecto. Las vitaminas tampoco engordan, son las hormonas las que lo hacen, pero eso tiene efectos problemáticos porque se altera el balance hormonal. "Las vitaminas no le van ayudar en nada, es un mito", asegura.

     Y para colmo, según William Barriga, el verdadero mensaje de la publicidad parecería ser: "deje de consumir naranjas y consuma vitamina C". De hecho los mensajes inducen a un cambio de conducta. "Por eso hay un consumo excesivo, innecesario e inapropiado de vitaminas dentro de la población ecuatoriana".

     Cuento aparte es la calidad de estos productos. Carlos Samayoa sostiene que "no tiene sentido gastar plata y a veces exponerse a productos de dudosa calidad". Esta afirmación la hace pues "se ha detectado en algunos centros naturistas productos que están a punto de vencerse, que los compran a precio de ganga en Estados Unidos y los venden aquí y la gente no se da cuenta". Es recomendable, entonces, fijarse en la fecha de expiración y en que tengan registro sanitario.

     También es preciso reflexionar acerca de los alimentos enriquecidos con vitaminas, pues, como asevera el doctor Barriga, éste es simplemente un recurso técnico para darles mejor gusto, mejor acabado, o para que el color no se desvirtúe tan rápido, como en el caso de los jugos artificiales, "que tienen vitamina C como saborizante y antioxidante, como conservante nada más, para que una vez que lo prepara no se oxide, no cambie de sabor. Es un fin técnico pero no es honesto ofrecerlo como beneficio, son artificios de mercado".

     Entonces, se podría decir que es un engaño eso de que ciertos alimentos están enriquecidos con vitaminas. Así parecen demostrarlo investigaciones realizadas en Estados Unidos sobre los llamados cereales preparados para el desayuno que anuncian en sus etiquetas un contenido de hasta 7 vitaminas, lo cual, como afirma el informativo mexicano La voz del consumidor, "no es más que una tomadura de pelo", pues análisis realizados concluyeron que "de algunas vitaminas no se encontraron ni rastros, y otras tenían proporciones mínimas".

     Frente a estas distorsiones, en Estados Unidos, la Food Drug Administration, FDA, ha impuesto desde 1974 estrictos límites para el etiqueteado, venta y producción de vitaminas y minerales. Igualmente, las asociaciones médicas de varios países apoyan las medidas restrictivas que buscan impedir la automedicación y su consumo indiscriminado.

     En el Ecuador, no existe una regulación específica para el etiqueteado y propaganda de vitaminas, aunque hay normas generales que podrían utilizarse para este caso. Por ejemplo, se prohibe toda propaganda de productos químicos, biológicos o farmacéuticos que trate de desviar o engañar el criterio del público y su propaganda oral en la vía pública.

Ejemplos y Datos:


Vitamina A: Crecimiento del individuo, buena formación de los tejidos, buena visión, protege del cáncer en el estómago. Si falta produce ceguera nocturna y daños graves en la piel (pelagra)
Alimentos que la contienen: Hígado, pescado, res, pollo, zanahoria, vegetales verdes, yema de huevo, leche, queso,  nata, morcilla, fréjol de soya.

Vitamina S del Complejo B: Necesarias para la utilización de energía de los alimentos. Mantienen la salud de la piel. Buen funcionamiento del sistema nervioso y digestivo. Ayudan a la formación de la sangre.
Alimentos que la contienen: Hígado, morcilla, carne, leche y derivados, huevos, vegetales y hojas verde oscuro.

Vitamina C: Forma el tejudo que une las células. Forma tejudos en fracturas, heridas y quemaduras. Da resistencia contra las infecciones. Si faltan, aparecen hemorragias por debajo de la piel, moretones y sangrado de las encías (escorbuto)
Alimentos que la contienen: Frutas cítricas, guayaba, mango, tomate, coliflor, repollo, papa, espinacas.

Vitamina D: Junto con el calcio, forma los huesos y los dientes y los mantiene fuertes. La piel fabrica vitamina D por exposición a los rayos solares. Si falta produce raquitismo.
Alimentos que la contienen: Aceite de hígado de pescado, sardina, salmón, levadura, leche.


Vitamina E: Estimula el crecimiento y el buen funcionamiento del sistema reproductor, nervioso, muscular y vascular. Aumenta el tiempo para la coagulación de la sangre.
Alimentos que la contienen: Germen de trigo, soya, aceite de oliva, nueces, brócoli y col de bruselas.

Vitamina F: Evita la acumulación de colesterol en arterias y venas. Salud de la piel y del corazón. Protege de los rayos X. Si fata, se produce acné o espinillas.
Alimentos que la contienen: Aceite vegetal, germen de trigo, soya, maíz.

Vitamina H: Está en estudio su función
Alimentos que la contienen: Frutas, nueces, levadura de cerveza, hígado de res, riñón, huevos, leche.

Inositol: Crecimiento del individuo. Buena salud de la piel. Buen funcionamiento del sistema nervioso.
Alimentos que la contienen: Huevos, trigo, hígado, corazón, germen de trigo, hojas verde oscuro.

Vitamina K: Coagulación de la sangre.
Alimentos que la contienen: Yogurt, alfalfa, yema de huevo, aceite de soya, aceite de hígado de pescado, hojas verde oscuro.


REVISTA CONSUMA BIEN

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